Y mi voz quema dura

Tratamos todos lo días de hacernos escuchar, pero parece como si gritáramos a oídos sordos, como si nuestras voces se perdieran en el vacío, como si trataran de ahogarlas.

Pero no debemos dejar de intentarlo, ni debemos deponer nuestras mejores armas, los argumentos, el bien común y la igualdad.

Encendamos juntos las antorchas con lenguas de fuego, con palabras incandescentes, desatemos acciones incendiarias. Alimentemos el fuego para que se propague por los oídos y las razones de todos los ciudadanos. Purifiquemos, bauticemos, ardamos escarlatas.

y mi voz que madura

y mi voz quemadura

y mi bosque madura

y mi voz quema dura

¿Y tú, por quién vas a votar?

Si hay alternativa